¿QUÉ ES ECA?

LA ESCUELA CASA DEL ARTISTA OLGA ESPINACH FERNÁNDEZ

Hace cinco años inició una etapa en mi vida que jamás imaginé experimentar


En el 2012 decidí dejar mi carrera universitaria, en la que había invertido cuatro años, para embarcarme en una aventura incierta, que en ese prematuro momento me llenaba de temor, pero también estremecía mi mente con ilusión y grandes espectativas.

Por esas cosas de la vida (creo que Dios posee todo bajo control cuando confiamos totalmente en los planes que Él tiene para nuestras vidas) me topé con dos personas que me contaron acerca de ECA, mi profesora de TCU, Daisy Arroyo, de la UCR; y un muchacho ecuatoriano que estudiaba Artes Plásticas. Antes que ellos me informaran sobre La Casa del Artista, yo no tenía idea de que existiese una institución así.

En el 2013 realicé por segunda vez el examen para estudiar Artes Plásticas en la UCR (antes llevé un pequeño curso de dibujo en la UNED con el profesor Dennis, para mejorar mis habilidades y ser aprobada) y lo reprobé por un punto. También hice la prueba de aptitud para estudiar Dibujo Artístico en ECA, y ese exámen sí lo pasé.

En el 2014 inicié la carrera de Dibujo Artístico, sería mi primer año estudiando arte, algo que había soñado desde la escuela, pero nunca pensé que se podría hacer realidad, puesto que no lo tomaba como una carrera seria, sino sólo como algo que haría cuando fuera profesional en cualquier otra cosa, y me sobrara tiempo (¡qué ingenua! - ¿alguno pensaba o ha pensado así?).

Toda la configuración de vida que tenía, se estaba desdibujando y volviendo a conformarse en algo que aún hoy estoy descubriendo.

El primer año fue maravilloso, iba feliz a clases todos los días, lo que aprendía lo ponía en práctica inmediatamente... era lo que necesitaba, no tenía que tragar libros de cosas que me gustaban (como para verlas en tele y sorprenderse), pero que no entendía por completo. Estaba trabajando en los proyectos por gusto, viendo documentales sobre arte, buscando información en internet, aprendiendo de tutoriales...  Yo jamás me había visto así.

El segundo año fue aún mejor, no dejaba de aprender. A veces me quejaba (como todos), pero rápido se me pasaba y seguía adelante, ahora sí tenía una motivación que me hacía levantarme y seguir esforzándome. Ese año, el 2015, tuvimos la primera exposición; fue muy bonito porque yo no me visualizaba colocando un cuadro en una galería, sin embargo eso es y seguiría siendo parte de la carrera que escogí. Estaba feliz.

El 2016 fue duro, era momento de crear obra, ¡qué cosa más compleja!... al final lo logré con ayuda de varios profesores y profesoras. Pasaba metida en la ECA casi todos los días. Fue agotador y satisfactorio al mismo tiempo.

Hoy, 2017, es mi último año de carrera, y en todo este camino (que hiperresumí arriba) he llegado a reflexionar sobre el cambio de sentido que he vivido, ¿qué es lo que quiero ahora?, ¿hacia dónde voy?, ¿cómo pongo en práctica lo que he aprendido?, ¿qué más quiero aprender?, ¿cómo le retorno a la ECA un poco de lo mucho que me ha permitido aprender?

Ahora, gracias a Dios que me guió hacia esta casa, sé que me encanta enseñar lo que sé y todo lo que aprendo sobre artes; sé que me gusta leer y estudiar, y de verdad me gusta investigar, porque quiero aprender más y más, y amo lo que hago. Sé que los profesores son uno de los mayores tesoros que tenemos, porque están ahí para ayudarnos a crecer en el arte, quieren que les preguntemos y desean transmitirnos sus conocimientos. 

Este año sé, que todo el personal de la Casa del Artista comparte un mismo espíritu, muy diferente al de la mayoría de instituciones gubernamentales. Es un espíritu de familia, de crecimiento, de cooperatividad; no sólo van y trabajan, sino que viven su trabajo, aman su trabajo, se dan por la escuela. 

Y además el 2017 es un año de despertar estudiantil, en donde los que ya hemos estado un poco más de tiempo viviendo en ECA, queremos lo mejor para esta casa; y los que empiezan, se van dando cuenta del lugar en que están. Un lugar de oportunidades, de familia, de amigos, de arte, de expresión, de compañerismo. Un lugar gratuito, mas no por eso menos valioso, sino todo lo contrario; un hogar que abrió las puertas a los que no tienen dinero o que fueron rechazados en otras instituciones, o que necesitan refugiarse de la soledad de su casa, o huir del estrés laboral y familiar... Un lugar que como tal, no sé si exista en otro país de la región.

¿Qué es la Escuela Casa del Artista Olga Espinach Fernández? 

Es mi casa...

¿Y para vos, qué es...?

 Fotografía tomada de la página de Face Book de Comunidad ECA de la Escuela Casa del Artista


Comentarios

  1. Excelente!, a pesar de ser mi primer año en ECA yo también la empiezo a ver como mi segunda casa, me motiva cada día y aprender cada vez más de lo que tanto me apasiona como es el arte. Con respecto a los profesores, excelentes profesionales con deseos de ayudar incondicionalmente a los estudiantes. Realmente una institución como pocas del país.

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  2. Gracias por tu comentario, sé que la gran mayoría sentimos mucho amor por ECA, y ese sentimiento, conforme pasan los años, se va incrementando.

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